La mejor parte de la geografía, es caminarla
Una de las frases que más suenan de boca del profesor Alfredo Gauna, quien desde hace cuatro semestres, ha llevado a cabo un proyecto para salvar el Bosque pedagógico del agua, mejor conocido como Colomos III.
Comenzó como un comentario de una exalumna de la Preparatoria (Sagrario Corrales, 2015A) que tenía contacto con los jóvenes que estaban llevando a cabo dicho proyecto, pero eso bastaría para que el profesor se interesara y contactara con las encargadas, Lourdes y Lisethe, para que ellas le explicaran todo el proceso que ha sido el trabajar con Colomos III. Dicho proyecto, renació en 2003 como una continuación a lo que la ciudadanía y varias instituciones, tanto académicas como ecológicas, se unieran en pro del Bosque pedagódico del agua en 1998. Tras una reforestación, nuevamente estudiantes y ciudadanos se unen para formar un grupo que perteneciera solo al lugar, para defender el espacio, la plantación y el agua que genera este bosque.
Cada semestre, en reuniones sabatinas acorde al número de horas disponibles para trabajarlo, jóvenes de todos los grupos a los que el profesor les imparte clase, asisten al Bosque pedagógico para ser partícipes de las actividades de salvamento del bosque urbano. Ha sido un trabajo que a simple vista no se ha apreciado, pero a la larga se verá el resultado de la conservación y plantación de especies en la zona, donde se había desatado una disputa por la privatización de las hectáreas y que gracias a la presencia de alumnos, ha hecho que el proyecto crezca al desviar la mirada de más personas hacia esa zona del bosque urbano. ‘’Si vemos ahora que se está trabajando en un terregal, cuidando arbolitos que más bien parecen una ramita, se ve muy triste la labor, sin embargo dentro de unos años, esperemos poder tener la sombra de esos árboles, generando oxígeno como lo hacen ahora grandes extensiones de terreno como el parque metropolitano. ‘’ Nos comenta el profesor. ‘’Es aquí donde entran los beneficios que ha obtenido la comunidad tapatía por parte de la preparatoria’’.
Si bien, el proyecto del Bosque pedagógico del agua ha resultado ser productivo y provechoso tanto en la parte comunitaria como la académica, existe la opción de comenzar un proyecto externo, siempre guiado en pro de la comunidad. A lo largo de los semestres, se han presentado proyectos excelentes que si bien no han sido del todo exitosos, es en el fracaso donde se encuentra el verdadero éxito. ‘’Tal es el caso de un compañero, que en su comunidad, el río se contaminó por el agua que tiraban las personas, sobre todo las lavadoras, al mismo’’ nos platica el docente, ‘’éste joven empezó a tratar de hacer filtros gigantescos para poder sanear el agua que sale de las lavadoras, y que al llegar al río lo hiciera de una manera más purificada o tratada. Fracasó. Fracasó totalmente, nunca pudo obtener un filtro de esas características, sin embargo, en el fracaso existió el triunfo, porque se dio cuenta de que si bien, no podía cambiar la forma de lavar, lo que si podía cambiar era el detergente con el que lavaban.
Y entonces, hizo una campaña para que en su comunidad utilizaran más detergente biodegradable y que en ese momento, pudieran tener la opción de que el río no se contaminara con la misma intensidad’’. Como éste, hubo varios proyectos más que resultaron exitosos en su muy particular forma, ejemplificando algunos como: una galería de fotografías que se presentaron en una comunidad, donde se tomaban los desperdicios y se disponía de manera estética, incluso divertida en distintas zonas, generando en los transeúntes una conciencia por mantener las calles y zonas aledañas, en mejores condiciones. El trabajo con niños de primaria sobre todo también ha resultado en una maravilla, pues el que alumnos lleven talleres de reciclaje y los hagan parte en procesos de creación de productos a base de desechos, los deja maravillados y con ganas de saber más sobre el tema.
El tercer gran proyecto que ha tenido resultados positivos, es la Barranca de Huentitán, donde los jóvenes se van todo el trayecto recogiendo basura que no tiraron, para depositarla en su debido sitio. Ésto ha sido causa de porras de parte de los transeúntes en el momento, pero también ha generado esa conciencia, esa consideración con los jóvenes y el entorno mismo, para no tirara basura y también recogerla cuando ésta se encuentre en medio del camino. Éstos son sólo algunos ejemplos de programas de éxito, pero que a veces resulta difícil tasar qué tanto se ha logrado con ellos.
Por Nicole Terriquez