El Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, mejor conocido como “MUSA”, tiene su sede en el edificio que alberga el Paraninfo de la máxima Casa de Estudios. Construido en 1914 por el ingeniero Alfredo Navarro Branca, no fue sino en 1937 cuando se otorgó este inmueble a la institución, el cual fungió como Rectoría y varias dependencias universitarias hasta el otoño de 1994, año en que la planta baja fue habilitada para el Museo.
En 2013 logró consolidarse en su totalidad como un lugar que ofrece la posibilidad de la interacción del público con el arte, conservando aún la Sala Magna de la Universidad, junto con los murales de José Clemente Orozco.
Después de “Remedios Varo. La dimensión del pensamiento”, así como de “Rosa y Fidencio Castillo. De La Esmeralda a La Alameda”, el museo continua con nuevas exposiciones de pintura y escultura.
“La ronda nocturna. Euforia artística en la Guadalajara de los 90” utiliza como base de estudio la obra de Carmen Bordes, llamada “Don Rosendo en la ronda nocturna”. Las galerías de arte y centros culturales de la ciudad que estaban en apogeo en aquella época reviven en las salas a través de fotografías, cuadros, videos y cuadernos. En especial el Centro Cultural Roxy, donde se llevaron a cabo múltiples conciertos, presentaciones de artistas emergentes y cualquier evento que tuviera que ver con la expresión de los jóvenes de la década, marcando de esta manera la ideología mexicana y las nuevas corrientes artísticas que influyeron en los años posteriores.
Por su parte, Sergio Arau da testimonio de los años 90’ tanto en sus artes plásticas como en su música, que muestra principalmente elementos iconográficos como la lucha libre y los tatuajes; que no es más que una manera de dejar en claro la identidad mexicana que ha trascendido hasta ahora.
Su exposición llamada “Artnacó” exhibe pinturas en acrílico, bocetos caricaturescos, canciones, guitarras y chaquetas (personalizadas por él mismo) que dan sustento a todo lo que él denomina “Netafísica”.
Y dando continuidad al tema de los mexicanos, el artista zacatecano Alejandro Nava, un excelente ironista, poeta de lo cotidiano y gran crítico de nuestro tiempo, expone sus obras en “Ironías de la Soledad”. Su arte plástica representa desde objetos cotidianos hasta maquinaciones de ensueño con cierta significación nostálgica y melancólica. Recorriendo de esta manera su trayectoria a través de frases, pinturas de óleo, grandes botones y larguísimos cierres de metal…
Por último, si creíamos que esa colección iba a ser la más lúdica y llamativa deberíamos considerarlo de nuevo. "Do it yourself". La arquitectura es un juego: Homenaje a Mathias Goeritz” asegura mediante pequeñas construcciones hechas de piezas LEGO –realizadas por diversos grupos de arquitectos- que ésta no es más que otra manera de demostrar toda la creatividad e innovación que puede habitar en las grandes obras, que surgen mientras se juega.
Por esta misma razón es que hay un pequeño espacio en el que nosotros, como visitantes y espectadores, podemos hacer nuestras propias esculturas de LEGO. Quién sabe, tal vez alguien logre asombrarnos con una interesante obra maestra que apreciar…
Las exposiciones no acaban aquí, el MUSA seguirá sorprendiéndonos más adelante. “Carlos Pez. Haz Tierra” estará en las salas del museo a partir del 9 de octubre presentando sus nuevas técnicas, producto de la mezcla de lo tradicional con las tecnologías de vanguardia.
Por: Fernanda Barboza y Vanessa Luna
Por: Fernanda Barboza y Vanessa Luna